Roma sigue generando una profunda fascinación, en primer lugar, por el éxito de unos legionarios, generales y funcionarios que supieron conquistar, pacificar y unificar bajo un solo poder un tercio del mundo conocido por los antiguos y, en segundo término, por formar el imperio más grande jamás visto a orillas del Mediterráneo.
José A. Nieto Sánchez, además de un sinfÃn de datos históricos y biográficos, nos escribe el legado cultural de Roma, sobre todo en la lengua, el cual se ha convertido en una base fundamental de la cultura europea.
Y es que el estudio de la historia antigua nos permite conocer nuestro pasado y entender las intenciones de nuestros ancestros. Nos desvela incluso el porqué muchas tradiciones siguen perdurando bajo el inconsciente colectivo de muchos pueblos e individuos, y que tales creencias nos limitan o simplemente nos hacen ser como somos. Y es que la historia es mucho más que conocer fechas, acontecimientos, biografÃas, guerras fraticidas, muertes heroicas. Es reconocer que esos hechos nos dejaron huella y que no deberÃamos dejar de recordar que la realidad humana sigue inalterada a pesar de los siglos. Y como los césares llegando a Roma, para celebrar el triunfo en una lejana guerra pero con la gloria bajo sus pies, un compañero o esclavo le recordaba que también era mortal. En eso todos somos iguales, nacemos para morir.